EMPRESAS Y CORONAVIRUS. EL MOMENTO DE LA SOLIDARIDAD
'Las grandes ocasiones no hacen héroes ni cobardes; simplemente los develan a nuestros ojos. Silenciosa e imperceptiblemente, a medida que nos despertamos o dormimos, nos hacemos fuertes o débiles; y por fin alguna crisis muestra en lo que nos hemos convertido'.
La frase pertenece a Brooke Foss Westcott, un obispo anglicano que la pronunció hace más de un siglo, pero que hoy cobra vigencia con esta pandemia que nos tiene sumidos en una crisis que nadie podía preveer.
¿Qué somos? ¿En qué nos hemos convertido? Esa es la pregunta que debiéramos estar formulándonos todos, pero especialmente los empresarios que podrían esta vez enfrentar esta oportunidad para hacer las cosas bien y salir fortalecidos de esta crisis.
Un ejemplo son algunas empresas del retail en Chile que han ofrecido horarios especiales para sus clientes de tercera edad, generalmente al comienzo de la jornada, cuando la tienda ha sido recién limpiada y desinfectada.
¿Cómo podrían las empresas pudieren ser más activas en estos temas?
Se me ocurren algunas ideas:
Algunas empresas debiera estar pensando en pagar a sus pequeños proveedores de inmediato. Problemente esto animaría a otras empresas a actuar de la misma forma.
Algunas empresas de alimentos podrían ir en ayuda de las personas que han perdido sus trabajos o de los niños que dependen de sus almuerzos escolares.
Empresas que son proveedores de servicios de internet podría comprometerse con sus clientes a evitar la interrupción del servicio para las personas y pequeñas empresas que no pueden pagar en los próximos 60 días o a poner a disposición puntos de acceso wifi gratuitos en todo el país, para que muchos puedan trabajar desde sus hogares. O bien aumentar los datos móviles de sus clientes por un período.
Estudios de abogados podrian estar pensando en prestar asesoría gratuita, pro bono, a empleados que necesiten asesoría respecto de sus derechos laborales u otros temas, a consecuencia de la pandemia.
Clínicas o grupos de médicos o profesionales de la salud podrían estar respondiendo en línea las consultas y así permitir descongestionar en algo los servicios de urgencia.
Otras empresas podrían estudiar bajar sus precios durante la cuarentena u ofrecer productos gratis durante esta época dificil.
Las plataforma digitales de transporte podrían disponer un porcentaje del tiempo para viajes gratis o para envío de víveres a personas que no pueden salir de sus hogares.
Empresas del área de la salud o cadenas de farmacias podrían estar instalando sanitizadores en comisarías, en hospitales u otros lugares en que se necesite.
Otras empresas podrían pensar en producir excepcionalmente durante este tiempo algunos elementos que faltarán, como mascarillas, guantes, jabones, alcohol gel, e incluso - por qué no- equipos de ventilación mecánica que necesitaremos. Hay quienes están trabajando ya con los planos de un prototipo de respirador que liberó el MIT, pero habrá empresas que puedan hace sus propios modelos, adecuar otros equipos o reparar alguno dañado o en desuso.
Otras podrían pensar en donaciones a diversas fundaciones, incluso a las organizaciones que trabajan para encontrar la vacuna o municipalidades para que compren e implementen test rápidos para detectar el virus. Eso ayudaría mucho.
Algunas empresas inmobiliarias podrían pensar en perdonar las rentas a sus arrendatarios que han dejado de recibir ingresos.
Quien debiera llevar la delantera en medidas novedosas son las empresas que seguirán funcionando normalmente y que incluso han visto aumentar sus ingresos con la pandemia como el sector sanitario, de producción de alimentos, fármacos, empresas de limpieza, de seguridad y emergencias que debieran estar proponiendo al menos aumentos salariales a sus trabajadores que están expuestos a mayores riesgos y son imprescindibles para superar esta crisis.
En suma, las empresas debieran hacer todo lo posible -cuando puedan hacerlo- para apoyar a sus empleados y clientes en este entorno complicado.
Ojalá que esto sea la norma en la empresas chilenas, aunque me temo que algunas no lo puedan hacer, no por falta de visión, sino porque no tendrán la capacidad económica para hacerlo.
Sin embargo, las grandes empresas o aquellas que han tenido buenos resultados últimamente, debieran ver en esta crisis también una oportunidad. Un momento para demostrar liderazgo y constuir o consolidar sus marcas como el gran valor de las compañías y lograr la confianza pública y lealtad con el producto. Lo que hagan o dejen de hacer nuestros líderes empresariales en tiempos de crisis podría ser recordado por mucho tiempo.
Lo importante, como digo, es que todos, pero especialmente nuestros grandes empresarios imaginen hoy las respuestas solidarias. Un proverbio etíope dice: 'Cuando las arañas tejen juntas, pueden atar un león'
El autor nos autorizó su publicación íntegra.